Buenas a todos,
El mes de Noviembre ha empezado
en un no parar, empezando por la semana de la festividad de todos los santos. Aquí
en Chile también es festivo el día 31, festividad de las Iglesias
Evangélicas, asique sólo se trabajo
hasta el miércoles. El jueves fue un día más o menos tranquilito, aproveche a
recoger la casa preparar comida y a cocinar, vamos de ama de casa y por la tarde quede con Oscar, Susana, Hugo y
Vicente para dar una vuelta por la playa, y paramos en el chinringuito al que
siempre vamos, el Baculich.
Como teníamos un "puente" largo por delante, decidimos que
sería buena idea ir de excursión, y ya quedamos para el viernes. Mientras estábamos
tan tranquilamente hablando y echándonos unas risas , de repente empezó un
ruido muy fuerte, y a temblar todo, al principio nos miramos unos a otros, un
poco sorprendidos y de repente salto la
alarma de un coche ( yo en ese momento no sabía que era la alarma de un coche)
y pensé, alarma, Tsunami,¡¡¡ a correr¡¡¡¡ Susana agarro al niño y íbamos a
salir disparadas, de hecho todas las personas que estaban sentadas en la
terraza también se levantaron y salieron al paseo, pero por otra parte Vicente y Oscar, estaban sentados, diciéndonos
a Susana y a mí que estuviésemos tranquilas que no pasaba nada, y Vicente
agarrando la cerveza para que no se cayera. La gente que estaba a nuestro alrededor
también estaba muy tranquila, y nos decía que no era grave, que era un temblor,,
duro unos 15 segundos, pero lo suficiente como para acojonarme. Cuando todo
paso nos volvimos a sentar, nos terminamos las consumiciones, bromeamos
un poco para calmarnos y nos fuimos a casa, aunque se te queda un poco mal cuerpo. Puede
que la gente que esté aquí este acostumbrada pero es una sensación muy rara,
porque notas como la tierra tiembla bajo tus pies y no puedes hacer nada, lo que peor que puedes hacer es echar a
correr, porque si hubiese sido más fuerte, por mucho que corras no sirve de
nada porque perderías el equilibrio. Fue más el susto que me lleve que lo que fue
el temblor ( aquí lo llaman así, para mí un terremoto sin daños) no hubo
destrozos, ni daños de ningún tipo, de hecho cuando llegue a al apartamento
estaba todo igual que lo deje. Buscando
en internet, informaron que había sido un "temblor" de 6.5 en la
escala Richter, y que el epicentro había sido entre La Serena y Ovalle, el
pueblecito que visitaríamos al día siguiente, pero que no había que lamentar
daños ni personales ni materiales.
Quedamos el viernes a las 12 de la mañana y, fuimos a Ovalle, llegamos prácticamente a la hora de comer, y comimos en el primer restaurante que vimos, era bastante curioso, porque el salón tenía el aspecto de un pajar, todo de madera y con los techo muy altos, se nota que en esta región llueve poco, porque no darían a basto para tapar las goteras. Los baños me resultaron muy llamativos, parecian las cuadras.
Lo mejor de la comida, sin duda alguna el
postre, una copa de helado que disfrutamos como niños chicos. Después de comer
nos dirigimos al Valle del Encanto, esta situado a unos 20 km de Ovalle, y se caracteriza
por que en algunas de sus rocas hay pictografías de una cultura antigua, ( "cultura Molle pueblo que vivió desde
el siglo III a.C. hasta el siglo VIII") .
Las imágenes se las conoce
como petroglifos. Éste recibe su nombre de diferentes leyendas que cuentan que
era un valle encantado. Para los que estéis mas interesados y queráis saber
algo más de esta zona os dejo el siguiente enlace:
Después regresamos a Ovalle para
ver un poco la ciudad. Nosotros cuando hablamos de cuidad estamos acostumbrados
a pensar en grandes extensiones con muchos
edificios y muy altos, pero aquí, sobre todo en el norte de Chile es
diferente, aquí son más típicas las casas bajas, pero los materiales de
construcción nos son ladrillo, casi todas las casas son de madera, aquí el
clima no es tan frío como en España, por lo que las casas están acondicionadas
de otra manera. A mí personalmente no me gusto mucho la ciudad, me resulto un
poco sosa, no había nada turístico que ver en la propia ciudad, tan solo la
plaza de armas ( que es como la plaza mayor) y una calle peatonal de tiendas, en
la que los bancos eran muy bonitos, cada uno de ellos había un mosaico con
diferentes dibujos, de plantas, pájaros autóctonos de la zona. Pero aunque la
ciudad no tiene mucho que ver, en sus alrededores
se encuentra el Valle Limarí y muchos
lugares turísticos. El día se nos paso volando y llegamos reventados a casa.
El sábado fue la boda, de Jorge y Ruth, y estábamos todos invitados, Oscar, Susana, Hugo, Vicente y yo. La ceremonia empezaba a las siete y media de la tarde, y como el domingo era el cumple de Vicente, me dio tiempo a preparar una tarta, que al final fue bizcocho de chocolate. Habíamos planeado todo para que Vicente no se diera cuenta, y darle una sorpresa. Lo curioso fue que cuando quedamos para comprarle el regalo, nos le encontramos por casualidad, y nos acompaño, y utilizamos la escusa de que quería regalarle una sudadera a mi padre, para que se las probara él y así saber cual le quedaba mejor. Por la tarde quede con Susana para que me peinara y llevar la tarta y los regalos. Nos preparamos nos pusimos todos guapos, pero se nos hecho el tiempo encima, menos mal que todas las novias llegan tarde a la ceremonia y llegamos bien de tiempo.
El sábado fue la boda, de Jorge y Ruth, y estábamos todos invitados, Oscar, Susana, Hugo, Vicente y yo. La ceremonia empezaba a las siete y media de la tarde, y como el domingo era el cumple de Vicente, me dio tiempo a preparar una tarta, que al final fue bizcocho de chocolate. Habíamos planeado todo para que Vicente no se diera cuenta, y darle una sorpresa. Lo curioso fue que cuando quedamos para comprarle el regalo, nos le encontramos por casualidad, y nos acompaño, y utilizamos la escusa de que quería regalarle una sudadera a mi padre, para que se las probara él y así saber cual le quedaba mejor. Por la tarde quede con Susana para que me peinara y llevar la tarta y los regalos. Nos preparamos nos pusimos todos guapos, pero se nos hecho el tiempo encima, menos mal que todas las novias llegan tarde a la ceremonia y llegamos bien de tiempo.
El lugar de la ceremonia y el
convite fueron en el mismo lugar, un pequeño restaurante cerca de la playa, con
unas vistas preciosas del atardecer. El novio estaba como un flan, preocupado
de que todo saliese bien, y deseando que llegase la novia. La verdad que íbamos
todos guapísimos, y suerte que nos hizo buena tarde.
La ceremonia fui primero por lo civil y luego religiosa, aquí en Chile la religión más común es la Evangelista, por lo tanto la ceremonia fue evangélica. Fue muy divertida, la novia cuando entro por la puerta llevaba la felicidad escrita en la cara, con una sonrisa que le brillaba la cara, y de camino al altar, no paraba de saludar a la gente, y solo repetía que quería saludarnos a todos, vamos muy como es Ruth, espontanea y nada de protocolo. Incluso en la ceremonia hubo mucho humor, aparte de mucha emoción contenida. Después pasamos a los canapés y a las fotos con los novios, y antes de entrar al comedor los novios nos deleitaron con un baile. El menú estuvo muy rico, primero un pastel de verdura, de segundo carne con una salsa que estaba todo delicioso, y por último el postre.
Después tenían el novio tenía preparada una
sorpresa para la novia, nos reunimos todos en el salón de baile, a oscuras,
hasta que llegase la novia. La sorpresa fue un grupo de música, la banda Metrópoli, un grupo que se dedica a
versionar las canciones famosas, y que la novia quedo maravillada, fue la
primera en saltar y brincar como una quinceañera. Fue todo un espectáculo, porque para cada
canción el cantante se disfrazaba para imitar y caracterizar al artista que
estaba imitando, de tal manera que era imposible estarse quieto y todo el mundo
estaba como loco bailando en la pista, era tipo verbena de los pueblos, y sin
duda alguna el que más disfruto fue Hugo, daba gusto verle bailar, no paraba ni
un instante, de un lado a otro, de hecho hasta le hicieron corillo y todo el
mundo le animaba a bailar. Eso sí, en cuanto se le acabaron las pilas, cayó
rendidito, pero ya aguanto hasta la una de la madrugada. Vicente y yo nos
quedamos un poco más, hasta que duro la orquesta, pero a mí ya me estaban
doliendo los pies, y es que es de perder la costumbre de andar con tacones...
aunque no sé si alguna vez la he tenido, jeje.
El domingo el cumple de Vicente, nos invito a comer al " Mia Pizza" un restaurante que justo al lado de la casa de Oscar y Susana, y comimos de lujo. Para el postre tuvimos que fingir que no queríamos nada, para, según lo planeado, subir a casa de Oscar y Susana ,darle los regalos y comer el pastel. Y lo conseguimos, fue todo un éxito, no se esperaba nada, y cuando vio la sudadera se rio muchísimo porque reconoció que no se esperaba para nada que fuera para él y que le habíamos engañado. El segundo regalo era una selección de cervezas que encontramos en el supermercado , y como le encanta la cerveza se puso aún más contento.
Y con el fin de semana tan largo
y ajetreado empezó el lunes, y lo mas comentado fue el temblor del jueves. Note
mucho la diferencia de reacciones, aquí la gente está muy mentalizada de que es
lo que se debe y no debe hacer, y comentando mi lo sucedido con los compañeros
de trabajo, todos coincidieron, en que salir corriendo es la peor reacción, y
que es mejor que un temblor fuerte te pille fuera de casa. Y muchos le restaron
importancia diciendo que esto no había sido tan fuerte, cosa que me sorprendió,
porque yo me asuste.
Y la semana se paso volando,
parece que ya empieza a mejorar el tiempo, o por lo menos sale algo mas el
sol, sobre todo a final de la semana. Y
este fin de aproveche para descansar , el sábado por la tarde me fui por la
playa dando un paseo y aproveché a sacar unas fotos que me encantaron.
Y el domingo también estábamos de
celebración, fue el cumpleaños de Susana, aunque de primeras el día estaba
"pocho", la primera vez que he visto llover desde que estoy aquí, no
era una lluvia muy intensa, pero para esta zona, que el agua escasea la gente
estaba muy contenta. Antes de ir a comer les dimos sus regalos,
como es muy cafetera, y aquí encontrar un buen café es algo muy difícil, aparte
de que es muy caro, encontré una tienda en el centro donde venden café y té y
atinamos con ello. Fuimos a un restaurante Chino a comer, y no se parece nada a
los chinos que he ido en España, para empezar no hay arroz tres delicias, es
algo parecido y se llama arroz chaufan, o algo así, y es lo que menos nos
gusto. Porque lo demás estaba bastante bueno, ( no me acuerdo de los nombres
porque eran muy raros). Pedimos postre,
y nos desilusiono un poco, porque aunque en la carta indicaba que el postre
llevaba chocolate con almendras yo no lo vi por ninguna parte. Eso si salimos
del restaurante y se quedo un día espléndido. Las nubes habían desaparecido y
el sol brillaba con ganas.
Y hasta aquí eso es todo, los
días de sol siguen, parece que el buen tiempo empieza, aunque las temperaturas
tampoco son muy elevadas, en torno a los 20- 25, pero prefiero esto que la nube
constante y gris que no te deja ver el sol.
Hasta la
próxima.
Preciosas las fotos de la playa ;)
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